08 Feb 2017.- El fundador de Apple Steve Jobs dejó las firmas de su equipo dentro de la computadora Macintosh original, en un gesto que reveló su profunda preocupación incluso por los detalles ocultos de sus productos.
Su último trabajo, la nueva sede de Apple en Cupertino, en California, será un homenaje apropiado: un campus futurista construido con una atención asombrosa al detalle. Desde la disposición del cableado eléctrico hasta la tubería oculta; ningún aspecto del edificio principal de 260.000 metros cuadrados es demasiado pequeño como para no requerir atención.
Pero construir un edificio tan impecable como un teléfono móvil no es una tarea fácil, según entrevistas con casi dos docenas de trabajadores y ex empleados del proyecto, cuyos nombres en su mayoría no se mencionan porque firmaron acuerdos de confidencialidad.
Fuente: / lanacion.com