02 SEP 2014 La incertidumbre vuelve a predominar en el contexto económico argentino, advirtió el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas. La entidad profesional apuntó que la economía perdió orientación. Se impone el cortoplacismo a sus anchas, lo que constituye un significativo impedimento para vislumbrar con claridad el horizonte económico. Tal situación impacta negativamente en las decisiones económicas. En el escenario actual se verifican un conjunto de problemas, cuyo origen responde a un proceso que se vino gestando desde hace varios años. En efecto, la macroeconomía argentina ha venido perdiendo consistencia y competitividad internacional. Volvieron el déficit fiscal, la restricción externa, la inflación, la economía cerrada, la multiplicidad de tipos de cambio y la emisión monetaria, entre otros factores que no son los adecuados para proyectar un sendero de crecimiento económico sostenible.
Sin inversiones
Así, la expansión monetaria, que se produce al financiar con emisión de moneda el déficit fiscal y la presión fiscal por la recurrente suba de impuestos, trae como consecuencias un deterioro del proceso de inversión productiva, que restringe la generación de empleo.
Dado el permanente drenaje de las reservas internacionales, el Gobierno apeló a imponer restricciones para acceder a monedas extranjeras. El Banco Central indujo una importante devaluación del peso, subió las tasas de interés sin embargo, este efecto de la política monetaria contractiva sólo se tradujo en un encarecimiento del crédito y en una agudización de la recesión.
Hacia mediados del año, la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió no tratar el caso de la Argentina con los holdouts. El gobierno nacional decidió avanzar en una ley para modificar el lugar de pago.
Ante estos hechos lo que se percibe es una alta dosis de improvisación que no alcanza para mejorar las expectativas económicas se han deteriorado notablemente en el último año.
A esta situación se suma el proyecto de modificaciones a la Ley de Abastecimiento que plantea la necesidad de un fuerte intervencionismo del Estado en las empresas productoras de bienes y servicios
Todo este conjunto de factores que se fueron sumando aumentan los riesgos de inestabilidad económica, política y fuertes tensiones sociales si el desempleo crece.
Estabilización
Pese a este panorama aún hay margen de maniobra como para retomar la senda de la moderación instrumentando lo antes posible un paquete de estabilización que facilite el proceso de transición política y evite que la alta inflación continúe está afectando de manera especial a los sectores más vulnerables de la población.
Finalmente el CGCE afirmó que el Gobierno podría apelar a la constitución del Consejo Económico Social, los problemas necesitan ser abordados lo antes posible abriendo los canales de participación de las distintas entidades que representan a las fuerzas productivas y asociaciones profesionales con el objetivo de evitar que el deterioro y los problemas continúen profundizándose, dice finalmente el documento.