07 de Julio de 2017. Para combatir el estrés y mejorar la toma de decisiones, empresas y ejecutivos aplican la respiración consciente, como se hace ya en el Gobierno desde la llegada de Cambiemos. Sus cultores afirman que estas técnicas reducen el ausentismo y los niveles de conflictividad laboral, que incrementa la productividad y que mejora sensiblemente el trabajo en equipo.
La epidemia de estrés que afecta a las organizaciones, y que en la Argentina, según un relevamiento privado, afecta a uno de cada dos trabajadores, repercute directamente en la productividad y el clima laboral. En busca de combatir esta problemática, empresas y ejecutivos recurren crecientemente a técnicas de meditación, relajación y la llamada “respiración consciente” para bajar sus niveles de ansiedad, aumentar su capacidad de concentración y recuperar energía.
“Al meditar y respirar conscientemente, logramos conectarnos con nuestro ser interior, centrarnos en el presente y proyectar nuestras decisiones con una mente más clara, menos ansiosa y mucho más creativa”, apunta Beatriz Goyoaga, coordinadora de la Fundación El Arte de Vivir, fundada por el indio Sri Sri Ravi Shankar, que brinda cursos y talleres de relajación y respiración desde hace más de 20 años.
Desde organizaciones como la NASA y el Banco Mundial, hasta empresas de primera línea como Procter & Gamble, Grupo Santander, HSBC, IBM, Citi, Telefónica y Coca Cola ofrecen estos talleres a sus empleados.
“Con estas técnicas, se reduce la producción de cortisol (conocida como “hormona del estrés”) y aumenta la de serotonina, una sustancia vinculada con la tranquilidad y la felicidad”, destaca la especialista.
Ocurre que el estrés “interfiere con nuestras capacidades intelectuales, ya que inhibe la actividad del córtex pre frontal (donde se localizan las funciones cerebrales más avanzadas), y el cerebro límbico, donde anidan las emociones más primitivas, pasa a un primer plano. Como resultado, las personas adoptan un comportamiento de defensa y ataque y no desarrollan sus capacidades de pensamiento superiores. En estas situaciones, aumenta la agresividad y el desgano. Por eso los profesionales que no saben auto-regular sus niveles de ansiedad se comportan menos inteligentemente que las personas que manejan eficientemente el estrés”, explica Goyoaga.
“Practicar técnicas de relajación y respiración te permite a mantenerte en eje, y eleva tu nivel de energía. Hace diez años que medito todas las mañanas media hora y esto me ayuda a enfocarme en lo que realmente importa y no sentirme sobrepasado por las obligaciones y los problemas”, afirma Mariano Langer, 44 años, director regional de una entidad financiera. En más de 20 años de trabajo en bancos, Langer se vió muchas veces desbordado por circunstancias adversas y quejas de los clientes. “Si hubiese hecho estos cursos antes del corralito, no habría sufrido tanto”, confiesa con algo de ironía. “Hoy no sólo aplico las técnicas todos los días aunque para eso tenga que levantarme media hora más temprano, sino que también se las recomiendo y comparto con mi equipo de trabajo. Realmente se crea un clima diferente y más positivo”, comenta.
Sebastián Arismendi, de 45, geólogo en una compañía petrolera, incursionó en la práctica de meditación y respiración consciente a raíz de un episodio de salud el año pasado que lo llevó a estar internado en una unidad coronaria varios días. “Me pegué un susto bárbaro, fue algo que jamás imaginé porque siempre fui muy activo y deportista. Pero esto me abrió la posibilidad de conocer estas técnicas que además de “desconectarte”, te ayudan a conectar con uno mismo y con lo que realmente importa”. A partir de un primer taller que realizó en febrero de este año, Sebastián practica meditación entre 20 y 45 minutos todos los días. “Puedo decir sin exagerar que esto me cambió la vida”, asegura.
Fuente: /elcronista.com
02May